Después de unas semanas luchando contra el calor (que si, muy bonito para irse a la playa o a la piscina pero para correr es terrorífico) y también contra el síndrome del atleta solitario, síndrome que me acabo de inventar para explicar lo que uno siente después de tantos meses saliendo a correr solo por los mismos circuitos, se presentaba esta bonita carrera en el vecino pueblo de Sax, carrera corta y asequible para animarse uno y empezar a cambiar el chip que nos lleve a la Media Marathón de Valencia en la que participaremos de aquí a poco más de un mes.
Hacia las 18:00 hemos llegado a Sax (digo hemos, ya que he estado magníficamente acompañado en esta prueba por mi señora esposa, mi hermano y mi cuñada, habiendo los tres desempeñado labores audiovisuales), mientras tratábamos de localizar el lugar de recogida de dorsales hemos podido disfrutar de varias de las pruebas de los más peques.
A las 19:00h se suponía que debía ser la salida de la prueba sénior, aunque finalmente ha habido un encaje de bolillos y se ha disputado a esa hora la prueba de veteranos y mujeres, lo que nos ha relegado a los sénior a la última prueba, la de las 19:30h.
La categoría sénior ha reunido a unos 200 y pico corredores a ojo de buen cubero y se ha desarrollado por un circuito totalmente urbano y con dos subidas que finalmente no han sido para tanto dado lo corto del circuito.
Casi sin darse cuenta he llegado a la meta y dado que no había control de llegada me he conformado con lo que mi cronometro me ha marcado, finalmente 17 minutos y 28 segundos, posición imposible de saber y lo más importante, muy buenas sensaciones y otra camiseta para la colección.
Otra prueba para tener en cuenta en futuros años venideros, totalmente recomendable para volver a repetir el año que viene y en los sucesivos… muy buena animación de los Sajeños y sobre todo muy buena organización.